El matrimonio es la unión de dos buenos perdonadores, de dos personas que dejen entrar a Dios en su vida, para seguir con fuerza y paso decidido a cumplir cada promesa hecha en el altar. No importa la historia personal que se fusiona con la historia del otro.
En el matrimonio somos tres y eso es lo que sostiene nuestra fragilidad, nuestro deseo de amar, aunque a veces no se tenga disposición.
El matrimonio es el encuentro de dos seres imperfectos que no siempre son conscientes de su realidad, de sus heridas, hasta que se tiene que enfrentar al dolor, que nos causan otras personas y nos causamos entre nosotros.
Es entonces, cuando voluntariamente, sin tomar en cuenta sentimientos que pueden ser pésimos consejeros, volvemos a decir sí; te acepto en la salud y en la enfermedad, en lo prospero y en lo adverso…todos los días de mi vida.
Nicté Sánchez – Fundadora de Let’s Rewind